Lo importante no es convencer, sino hacer pensar.
Hoy sé cuál ha sido mi primer pensamiento del día. Es raro porque casi nunca lo recuerdo o tal vez es siempre el mismo (hoy no me puedo levantar). O a veces el primer pensamiento es recordar lo que estaba soñando. Pero esta vez no estaba soñando que se me mueven o se me caen los colmillos (según Frodo se anuncian cambios en tu vida), sino un bodrio de acción absurdo, de los que te pasan cien mil aventuras urbanas y hay banda sonora Terminator – Corrupción en Miami y eso. Por supuesto había momento romántico neocon: mi compi de curro me presentaba formalmente a sus padres para sellar la seriedad de nuestra relación (ellos obviamente ignoraban que yo me dedicaba a cargarme sin piedad a todo el que se me ponía por delante).
Y sin embargo mi primer pensamiento ha sido claro y conciso. He pensado:
Llegará un día en el que no tenga dientes y usaré dentadura postiza.
Sin signo ni interrogación ni puntos suspensivos ni nada, sino como una aseveración firme e invariable!
Posibles lecturas:
1. Carpe diem...
2. Cuida más tu alimentación y ve al dentista regularmente...
3. La tele me está lavando el cerebro.
4. ¿?????????...
Y sin embargo mi primer pensamiento ha sido claro y conciso. He pensado:

Sin signo ni interrogación ni puntos suspensivos ni nada, sino como una aseveración firme e invariable!
Posibles lecturas:
1. Carpe diem...
2. Cuida más tu alimentación y ve al dentista regularmente...
3. La tele me está lavando el cerebro.
4. ¿?????????...